He escrito para ti la carta que me hubiera gustado recibir al comenzar esta aventura con las altas capacidades. Desde hoy, ya no estás sol@
Porque un día decidí visibilizar y normalizar su mundo: las altas capacidades.
Ellas han marcado mi camino: libre de miedos, con positivismo y mucha lucha pero sin prejuicios.
Las redes me dieron la oportunidad de poner mi voz en el mundo, y ahora es un eco imparable.
Hoy en día siento que estar aquí y ayudar a miles de familias es mi propósito de vida. Reúne todo lo que siempre me apasionó: maternidad, escuchar, escribir, acompañar … y he descubierto nuevas facetas como la de comunicar.
Doy voz a mis hijas, pero también a todos esos diamantes como ellas y a sus familias. Soy un granito de arena en el desierto pero es la suma de todos lo que nos permite cambiar el mundo y hacerlo más fácil y menos hostil para estos niños pero sobre todo y mirando a largo plazo, para los que vendrán.
Cada pequeña acción, cuenta. Y eso empieza desde cada casa.
Si mi voz está cambiando vidas, la percepción de las altas capacidades, pone en conocimiento cosas que no se saben, anima a buscar y a querer saber más, desmitifica, empodera a mamás sobrepasadas, pone nombre a lo que alguien desconocía… el lema:
“No dejes que nadie se acerque a ti, sin que al irse, se sienta mejor y más feliz” le da sentido a mi vida.
Soy muy feliz estando aquí.
1.- Soy una mujer intensa y altamente sensible conociéndose a través de sus hijas.
2.- El amor y el positivismo, mi bandera.
3.- Valoro la empatía por encima de todo.
4.- Aunque no lo tengo cerca, necesito el mar para conectar.
5.- Adoro viajar pero mi lugar favorito es donde esté mi familia.
Te cuento todo lo que me hubiera encantado escuchar al comenzar a recorrer este camino de las altas capacidades.